sábado, 22 de noviembre de 2008

Autorregulación, mediación y consulta previa, la nueva frontera de la ética publicitaria.

El sector publicitario ha establecido medidas de autorregulación que permiten evitar o minimizar litigios judiciales que ninguno de sus miembros desea a casa de la périda de beneficiosque supone. Las normas de autorreglación constituyen un código deontológico por el que empresas, publicistas y medios deciden gobernarse de forma voluntaria. Una de las medidas que toman con ayuda de asesores jurídicos es la de verificar la licitud de las campañas previstas antes de lanzarlas. Los fallos de estos órganos de Autorregulación no constituyen jurisprudencia, pero son tenido en cuenta por los magistrados cuando se enfrentan a decisiones que suponen la valoración de aspectos publicitarios. Estas medidas de autorregulación han probado ser de gran eficacia en el ejercicio de la profesión ya que los miembros que se someten a ells acatan sus decisiones en virtud de su adhesión voluntaria.

La libertad de expresión de los publicistas, es, por tanto, un derecho sujeto a regulación interna y externa que debe entenderse en el marco del respeto a otros derechos, siendo, pues, de carácter limitado y regulado. A pesar de los esfuerzos d la UE por homogneizar la práctica pblicitaria en el ámbito de la Unión, las prácticas diversas entre unos países y otros dificulta est intento de estandarización. En España la Asociación de Autocontrol engloba al 70% del sector publicitario y ha sido reconocida en la UE como órgano de regulación extrajudicial, esto avala el carácter riguroso, imparcial y efectivo del trabajo que lleva a cabo la AAP.

El artículo pone de manifiesto como las organizaciones de consumidores se muestran cada vez más sensibles a aspectos como la exclusión, el trato sexista o las actitudes violentas ne la publicidad.

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